Absolutamente nada en la fotografía se trata de un accidente, cualquier rasgo de luz, cada sombra, los objetos fuera de foco o cualquier cosa que veas en una buena imagen son parte de un trabajo artístico y principalmente el resultado de alguna o varias técnicas fotográficas. Al arte de dominar el desenfoque se le llama técnica Bokeh –concepto japonés–y se refiere al efecto óptico mediante el cual enfocamos correctamente al sujeto y dejamos el resto de los elementos, tanto delante como detrás de él, desenfocados.
Todas las fotografías que parecen tener mucha claridad en el primer plano –donde se encuentra el sujeto retratado– y un efecto de difuminación en la parte de atrás, fueron tomadas a partir de esta técnica. Los elementos más utilizados para trabajar con este estilo de fotografías son las luces. Ya sean parte del alumbrado de la ciudad o un par de series navideñas, estos focos se utilizan para contrastar aún más el efecto fuera de foco.
Con los años esta técnica ha ganado popularidad hasta convertirse en una temática especial que algunos eligen para su book o algún retrato especial. Los expertos saben dónde y en qué momento capturar estas imágenes de luces desfiguradas a lo lejos y un objetivo contrastante en primer plano, pero pocos saben que es realmente fácil armar su propio estudio Bokeh para crear fotografías con esta estética. De hecho, es posible hacer tus propios filtros para darle otro efecto al reflejo de la luz en tus fotografías.
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Elementos indispensables para dominar la técnica de desenfoque
-Cámara réflex
-Objetivo con gran apertura de diafragma
-Tripié
-Serie de luces
-Objeto a retratar
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Pasos para realizar fotos con la técnica Bokeh
1. Lo primero y más importante es colocar el objetivo en tu cámara con la mayor apertura posible, es decir, con el diafragma lo más abierto que se pueda. Si aún no dominas la apertura de tu lente sólo cuida que el valor de la f/ sea el más reducido. En un objetivo de 50 mm el valor sería f/1.4 por ejemplo; esto dependerá del tipo de lente que estés utilizando.
2. Para el segundo paso deberás asegurarte de que tu cámara réflex esté en el modo semimanual. Si tienes una cámara Nikon elige el modo “A”, en las Canon y otras marcas siempre aparece como “Av”.
3. Coloca la cámara en tu tripié para tener estabilidad al disparar. Aunque no es indispensable tener un tripié, es recomendable que uses alguna herramienta que reduzca el movimiento de tu cámara, pues de acuerdo con las condiciones de la luz el riesgo de obtener una foto movida o borrosa aumentará o no.
4. Comienza a preparar la escena colocando las luces en el que sería tu segundo plano, o sea el fondo de tu imagen. Las puedes colgar, enredar o colocar de la manera que quieras, todo dependerá de qué tan saturada de luz y color quieres que se vea tu fotografía.
5. Si el protagonista de tu imagen es un objeto colócalo en la escena principal de acuerdo con la regla de los tercios; debes equilibrar el fondo de luces desenfocadas con la nitidez del objeto a retratar. Si se trata de una persona, pídele que se coloque frente a la cámara para encontrar la mejor posición.
6. Al terminar de estructurar el escenario analiza la escena desde el visor de tu cámara y tómate el tiempo necesario para encontrar el punto donde tu sujeto este totalmente enfocado y el fondo iluminado se disipe. Cuanta más distancia haya entre el sujeto y las luces más desenfocado se verá tu fondo.
7. Cuando encuentres el cuadro que estás buscando comienza a regular la luz de tu fotografía con el ISO de tu cámara. Recuerda que entre mayor sea el valor del ISO más iluminada se verá tu fotografía, pero también más ruido tendrá. Equilibra la luminosidad con la nitidez de la imagen.
8. Dispara una y mil veces hasta obtener una serie de fotografías con las que estés satisfecho. Te recomendamos revisarlas en tu computadora, pues la percepción cambia mucho al verlas en una pantalla más grande que la de tu cámara.
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Filtros para la técnica de desenfoque
Puedes hacer tus propios “filtros” para el objetivo que usarás, sólo debes recortar una cartulina en la forma que quieras y colocarla justo en el lente de tu cámara. Así las luces retratadas tomarán la forma que hayas recortado en el filtro, sin que el resto de elementos ni objeto principal se deformen.
Todo lo que transmite la fotografía de estilo Bokeh nos hace admirar estas imágenes. La técnica de desenfoque concentra en un solo cuadro una variedad de sentimientos y emociones que se reflejan a través del barrido de luz y la difuminación de un segundo plano. La mezcla entre una iluminación tenue que envuelve este tipo de escenas con la nitidez del sujeto retratado y el desenfoque de algunos colores al fondo se convierten en un efecto mágico de la fotografía.
Por Olympia Villagrán octubre 29, 2016
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