1. Altera la perspectiva. La mayoría de las fotografías  de retrato son tomadas a la altura de los ojos de la persona retratada. Esto es común ya que es el nivel visual que mantenemos con las personas en nuestra vida diaria. Cuando cambiamos la perspectiva también modificamos el motivo.

Hay muchas formas de romper con la perspectiva habitual. Por ejemplo, se pueden tomar fotografías desde arriba hacia abajo o a nivel del suelo.

2. La mirada. en el blog “Fotografía de retrato: Los ojos” vimos la importancia que tiene la mirada el la fotografía de retrato. La dirección de la mirada puede cambiar dramaticamente el resultado y la intención de tu imagen. Juega con varios ángulos y posiciones. La inclinación de la cara también tiene un factor importante en el resultado.

3. Romper con las reglas. Siempre he pensado que en fotografía la creatividad está siempre muy por encima de las reglas, sin embargo, la creatividad también implica planeación. Saber que reglas estamos rompiendo y el ¿por qué? nos ayuda a desarrollar una técnica y esa técnica es el soporte de nuestra creatividad para lograr mejores resultados.

4. Retrato infraganti. Capturar un retrato cuando la persona que es fotografiada no lo sabe logra 2 objetivos importantes: le da naturalidad a la foto y hace que exista armonía entre la persona y la atmósfera. El simple hecho de pedirle a una persona que pose para la cámara hace que la persona tome una postura más rígida y se salga de la actividad que estaba realizando.

5. Agregar un segundo objeto. Un retrato es una fotografía en la que la persona es el objeto principal de la escena. El agregar un segundo objeto, siempre y cuando no tenga mayor importancia que la persona, puede ayudar a crear una ambientación más interesante.